DENUNCIA SOCIAL
En este trabajo voy a analizar las obras de cinco autores cuyas fotografías producen una denuncia social. Son los siguientes:
Dorothea Lange
Steve McCurry
En ella se ve a una niña, que parece que está flotando. Lleva el pelo recogido, tiene una expresión neutra, aunque divertida (como si medio sonriera), utiliza ropa ancha por la parte inferior del cuerpo, mientras que por el torso se hace más estrecha y utiliza unos zapatos estilo “merceditas”. Tiene tanto las manos como los pies levemente separados y se sitúa delante de la puerta de un cementerio. No se encuentra justo en el medio, si no un poco a la derecha. En el exterior se aprecian lo que parecen desechos (papel, cristales, plástico…) regados alrededor de la infante, al igual que un charco de agua justo debajo de sus pies. Tras la verja, observamos una gran variedad de grandes tumbas desde todas las perspectivas, lo que da sensación de acechamiento que el cielo nublado ayuda a incrementar. A la izquierda se distingue un crucifijo
Se encuentra en un formato rectangular apaisado y fue tomada desde un ángulo normal, desde un plano medio. Cristina, en esta obra, pretende enfocar a la niña frente a la puerta, resaltando su presencia con las prendas claras que lleva esta.
La instantánea, al estar en blanco y negro, provoca algo de incomodidad debido a los elementos tétricos que se encuentran en el entorno. La luz suave y natural de la fotografía recorre un camino que lleva directamente a la figura de la chica. También hay contraste debido a la poca exposición en ciertas partes.
La autora intenta reflejar mediante esta imagen la pena, la añoranza y el deseo de reencuentro con los seres queridos que ya no están con nosotros. Esta era la realidad de muchos españoles tras la dictadura franquista. Por lo que, por mucho que la imagen esté distorsionada (la niña, obviamente, no estaba flotando) refleja metafóricamente la realidad.
Contiene una función estética y emotiva.
Kevin Cartier
Esta polémica foto documental tomada por Kevin Carter en 1993 ha causado muchísima controversia a lo largo de los años. En ella aparece, en un campo seco, casi desolado, un buitre encogido que parece estar observando, amenazante y a la espera, a una niña pocos metros frente a él. Esquelética, desnutrida y sufriendo ella se encuentra con sus rodillas dobladas, apoyando sus antebrazos y su frente en la tierra. Completamente agotada.
La imagen, rectangular apaisada, fue tomada desde un ángulo normal y un plano medio. El mayor punto de enfoque es, claramente, la niña que se encuentra en el suelo. El buitre, a pesar de encontrarse en segundo plano, también resalta como uno de los elementos principales de la obra.
Encontramos un conjunto de colores cálidos (el marrón de las plumas del buitre, las partes más secas del césped…) y fríos (la piel de la niña, el blanco del collar que lleva, la tierra, la cara del buitre…) que forman una armonía cromática con poco contraste.
La instantánea está tomada con luz natural y dura que va desde el lateral derecho, es decir, desde el buitre hasta la joven.
El porqué el autor captó esta fotografía aún hoy en día es un misterio y tema de debate, pues muchos dicen que es inmoral y poco ético. Sin embargo, yo creo que lo que Carter trata de representar mediante esta composición es la naturaleza. Ambos seres esperando por su ración de comida. Ambos hambrientos. Ambos quieren sobrevivir.
Esta foto ha sido malinterpretada por muchas personas pues, salió a la luz que realmente la niña no estaba sola y sin cuidado sino que, a tan solo unos metros se encontraba una clínica de la cruz roja y la pequeña había estado allí horas antes de ser tomada la foto. El buitre, por muy amenazante que aparezca, no estaba “esperando a que la chica muriera para comérsela”, estaba allí para alimentarse de los excrementos que había en la zona.
La fotografía es veraz y tiene una función emotiva y fática.
Robert Capa
“Muerte de un Miliciano” es una fotografía documental captada por Robert Capa en 1936, durante la Guerra Civil Española. Causó mucha polémica pues, durante años se dudó de su veracidad.
Vemos a un soldado republicano cayendo en el campo de batalla. Este tiene un arma que parece que está resbalando de su mano izquierda. En cuanto a su posición, se encuentra con las rodillas dobladas hacia delante, como si estuviera sentado pero, debido al notable desequilibrio de sus piernas podemos entender que está cayendo, muerto. En el fondo podemos observar una especie de lago rodeado de naturaleza y un cielo despejado.
Esta imagen en blanco y negro de formato rectangular apaisado fue tomada desde un ángulo contrapicado y un plano medio. Enfoca directamente hacia el hombre, protagonista de la fotografía y, al haber sido tomada a la luz del día, tiene una luz natural suave que va de izquierda a derecha, haciendo énfasis de esta manera en la sombra del miliciano.
El hecho de que la fotografía esté en blanco y negro dice mucho, ya que esta técnica añade dramatismo y cierto toque de tristeza a la escena. Hace que realmente sientas la pérdida del chico como si fuera tuya.
Lo que Capa pretendía con esta instantánea era concienciar al resto del mundo acerca de las muertes que estaba causando la Guerra en España. De hecho, esta foto caracteriza la Guerra Civil Española en otros países como Francia o Estados Unidos. Tiene una función referencial y emotiva.
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